Campaña AntiMartes (7) - HOY: Una traición precursora

Pecaría de hipócrita, ¡oh, fieles y fervientes admiradores!, si los saludara con un afectuoso “buen día”. No se trata éste de un día feliz; no nos hallamos en presencia de una jornada de gozo y algarabía; no estamos viviendo horas siquiera dignas de ser vividas. Claro que no, almas ignorantes, porque un día como hoy la historia era testigo de la más infame de las traiciones, de aquélla que dejó su marca en nosotros para siempre.

Corría el año 33 DC y Jesús (el mesías, charlatán, revolucionario o profeta, a gusto de sus credos) se juntaba con los muchachos a comer y beber, como gustaban de hacer cada vez que podían. Pero una terrible amenaza se cernía sobre sus santas cabezas. Tal es así, que Jesús se puso de pie, se calzó la gorra y disparó: “Me juego un huevo santo a que uno de ustedes me va a traicionar.” (traducción directa desde el arameo). Entonces tuvieron lugar toda clase de caras desconcertadas que preguntaban con las miradas; ¡mas eran once las caras, estimados, porque una de ellas no era de desconcierto sino de estupor ante el poder premonitorio del líder! Al final uno se animó a preguntar: “Señor, ¿de quién estaríamos hablando?”. Jesús contestó (pícaro, mordaz): “Aquel a quien yo le dé este trozo de pan untado con Casancrem Light, el más liviano y sin grasas trans” (por aquellos tiempos, habíase el Señor entregado a la vileza del mercantilismo; nótese además que este gesto consiste en el embrión del famoso “Huevo Podrido” que luego signaría nuestras más tiernas infancias.). Dicen entonces las sagradas escrituras:

“Y untando el pan, se lo dio a Judas, hijo de Simón el Iscariote. Detrás del pan, entró en él Satanás.”

Acto seguido, el vil Judas partió rumbo a la traición cuyo remordimiento le costaría la vida. El resto es historia conocida.

No creo necesario aclarar que estos hechos lamentables tuvieron lugar un día martes, como muchos de ustedes (de mente ágil y despierta) ya habrán inferido. Quiero resaltar algunos puntos interesantes:

1. La primera traición de que se tiene conocimiento sucedió un día martes. ¡Hijas son las traiciones de este día infame, repugnantes adúlteros!
2. Aparentemente a nuestro Señor le cabía amargar las cenas.
3. “Detrás del pan, entró en él Satanás”. ¡O sea que Jesús le entregó a Judas un pan que incluía a Satanás! Qué extrañas son las escrituras, ¿no? Por las dudas, los martes tampoco comamos tostadas.

Hasta la próxima.

2 comentarios:

  1. “Me juego un huevo santo a que uno de ustedes me va a traicionar.”... No sabía que dentro de tus, tantisimos, atributos, también eras capaz de traducir con tanta veracidad el Arameo.

    (no pecarías de hipócrita si decis "buen día", pues hoy, hoy es MIÉRCOLES!)





    - Me reí mucho -

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  2. "Aquel a quien yo le dé este trozo de pan untado con Casancrem Light, el más liviano y sin grasa trans" ... Se ve q Jesús era todo un Gourmet, ningún Mendicrim ácido y carente de textura y untuosidad... o esos de marca Acme, q no los arreglas con nada, más q tirándolos a la basura, Ja!
    Bien ahi el tipo!

    (q ocurrente! me imaginé toda la escena y me causó mucha risa)
    Saludos!

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