¡CORECRIN ha muerto!


- Entonces, ¿la angustia existencial termina siendo un aliciente del progreso tecnológico?
- No, el avance medicinal debería serlo. Alcanzame el blíster...
- ¿Éste?
- No, el del primer cajón, al lado de las pastillitas azules. Pero no llores, mientras haiga chinos habrá medicina alternativa.
- Si... Los chinos... Menos mal...
- Pasame un vasito con agua. Y recordá que el chino fomenta la revolución auténtica y la alegría.
- Y los caramelos.
- Porque odian la moneda como elemento de dominación económica y bolsillística.
- Pero...
- ¡Sht! No me salgas con lo de los bondis, por favor te lo pido.
- ¿Y vos?
- Nunca fui una chuchería.
- ¿Puro desengaño?
- Era un desengaño hasta como desengaño. Sentime, no puede ser un desengaño lo que nunca prometió ser nada. Yo, sin embargo, lo era.
- Qué te parió...
- Ehp...
- ¿Volverán los buitres de la retórica?
- Si, pero disfrazados de vendedores; la economía de mercado es su nueva estrategia. Armate uno, tanto hablar de chinos... Pero hoy yo no te acompaño, ya es hora del último desengaño.

Y bebiendo lentamente el pequeño vaso con agua, devolvió su alma al diablo.


(Por el CORECRIN, publicación póstuma, de la mano con La Resistance)

3 comentarios:

  1. ¡¡¡un hurra por los chinos y sus vueltitos en caramelos!!!

    (aunque las monedas son necesarias para el bondi)

    Ó...¿Será que hay que estar chino? úh...

    En fin, aguanten los chinos de todo tipo y color....aunque sean Japoneses o Coreanos, son chinos de corazón....


    Bueno verlo al mando de nuevo, don

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  2. Gracias, me alegra que reconozcan mi rudimentaria prosa.

    Pero no hubiera sido posible sin ustedes, oh mis fieles lacayos.

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