¡CORECRIN ha muerto!


- Entonces, ¿la angustia existencial termina siendo un aliciente del progreso tecnológico?
- No, el avance medicinal debería serlo. Alcanzame el blíster...
- ¿Éste?
- No, el del primer cajón, al lado de las pastillitas azules. Pero no llores, mientras haiga chinos habrá medicina alternativa.
- Si... Los chinos... Menos mal...
- Pasame un vasito con agua. Y recordá que el chino fomenta la revolución auténtica y la alegría.
- Y los caramelos.
- Porque odian la moneda como elemento de dominación económica y bolsillística.
- Pero...
- ¡Sht! No me salgas con lo de los bondis, por favor te lo pido.
- ¿Y vos?
- Nunca fui una chuchería.
- ¿Puro desengaño?
- Era un desengaño hasta como desengaño. Sentime, no puede ser un desengaño lo que nunca prometió ser nada. Yo, sin embargo, lo era.
- Qué te parió...
- Ehp...
- ¿Volverán los buitres de la retórica?
- Si, pero disfrazados de vendedores; la economía de mercado es su nueva estrategia. Armate uno, tanto hablar de chinos... Pero hoy yo no te acompaño, ya es hora del último desengaño.

Y bebiendo lentamente el pequeño vaso con agua, devolvió su alma al diablo.


(Por el CORECRIN, publicación póstuma, de la mano con La Resistance)

Estás Acá


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¿Muertos?, ¿silenciados?, ¿ocultos?, ¿censurados?

Mucho se habló en los bares y sitios de interés general sobre la pobreza de publicaciones del CORECRIN.

Ahora, nadie se percató del “in”.

Comando de creaciones inconsistentes, ahh…

Evidentemente había cosas más interesantes que hacer que mantener un blog intervenido, máxime si al ex-editor se lo mandó al Caribe porque pataleó desde México y había que acallar sus manotazos de ahogado para no impacientar a un público cada vez más comprometido con la causa.

Comprometido, claro, ¿pero el fin del mundo?

Se robaron el relojito pero no viene al caso.

Apelando a la publicación sorpresa, este Comando decide publicar cuando menos se lo esperen.

Por ejemplo ahora.

Pero no ahora tiempo de escritura, sino el ahora de la lectura, que no es lo mismo.

Entonces no ahora.

Claro, ahora no publicamos, redactamos; pero cuando publiquemos lo sabrán.

Pero será sorpresivo.

Capaz que tardan un poco en darse cuenta, o acumulan cosas para leer juntas, fíjense.

Habrá nuevas secciones.

Si, también.

(Por el CORECRIN, bajo la administración del CORECRIN)

Crónicas del 28 - Cuarta entrega

Hoy un nuevo episodio. Después de que el chofer se desvía acortando el recorrido tal como les describí en anteriores ocasiones, me paro y encarando hacia la puerta de adelante le digo "Ya me deben varios boletos con todas las veces que me cagaron". No va que el tipo me mira con una mezcla de asombro y confusión, y me pregunta a donde iba. Le explico y me esgrime un "pará que te llevo". Sin darme tiempo a responder, y menos a bajar, pega la vuelta cruzando todo el boulevard central de Retiro por una comunicación, esquivando el tránsito, y retoma el recorrido correspondiente desde la otra mano.

Me vi obligado a tomar asiento nuevamente, pero ahora en las primeras butacas. La cercanía y la actitud me hicieron sentir la necesidad de entablar una conversación -y porque no una amistad- por lo que ensaye mentalmente algunas líneas como para mostrarme amigable. Aquí algunas:

- "¿Largo el recorrido?"
- "Son ladris los tacheros, eh..."
- "¿Y? ¿Desciende por atrás el pasaje?"
- "¿Ahora con la caja automática estas como querés, no?"

Finalmente alcanzamos la parada antes de que me decidiera por una. Estando sin palabras no pude más que espetarle un inofensivo "te agradezco" cuando me bajaba, a lo que respondió "no, no me digas gracias" dejándome claro que no le interesa mi amistad y logrando que me sienta un mal tipo, yo que me daba de ducho en la vicisitudes sociales.

Seguimos siendo enemigos y ahora no me quedan dudas; se pusieron todos de acuerdo y me vienen ganando.


(Por el que dice llamarse Leo, bajo la administrción del CORECRIN)

Caras impagables IX – El joven y la doña

La zona de la Capital Federal conocida como Microcentro es usualmente un hervidero humano de ires y venires constantes, amontonamientos, libre smoking automovilístico más nocivo que el cigarro pero de libre circulación, poca comunicación, odios momentáneos entre extraños que se llevan por delante, y no te digo un día de lluvia incluyendo los paraguas y la mala predisposición.

Dicen los que saben (por decir más que por saber) que durante el período vacacional (léase entre diciembre y marzo) disminuye considerablemente el fluir de gente haciendo más tolerable el viaje hacia el trabajo diario.

¡Grave error! La zona de por sí siempre es pequeña a comparación de la gente, y durante el verano se incluye en la masa humana un cohorte de niños aburridos con sus madres o padres correteando sin preocupaciones por allí, lo cual enerva mucho más los humores de los que están en la obligación de transitar esas diminutas veredas que ya no quieren ver ni en postales para japoneses.

Fue un día de verano en el que me dirigí como usualmente lo hacía a la parada del colectivo para volver a mi terruño (no era el 28, no confundir al autor por favor), cuando descubro como siempre que había una fila que mamma mía como 15 personas, otra vez viajar dorapa ojalá que venga vacío pero a esta hora en Retiro difícil como hay giles que piensan que en verano hay menos gente, son hormigas, etc.

El tema es que voy llegando a la fila junto con el colectivo, el cual para patentar el hijaputismo característico de su servicio paró unos metros antes de la parada y a tres metros del cordón, por lo que la gente tuvo que avanzar para alcanzarlo...

Allí sucede lo imposible: un joven, aprovechando la posición de ventaja que le generó el mal estacionamiento del colectivo, se mandó sin remordimiento pa'dentro antes que llegaran los pasajeros que tan pacientes habían esperado al bondi.

Uno suele creer que estas cosas no pasan más que de la ofuscación privada de cada uno de los pasajeros sobre el ventajista, pero una vez arriba del bólido (creían que me quedaría sin sinónimos) una señora mayor, con cara de abuelita severa pero tierna en el fondo le espeta al joven truhán:

- Hay que hacer la cola.

A lo que el joven responde, representando la picardía criolla mal entendida:

- ¿Qué cola? ¿La suya?

La doña, con la cara de las viejas ofuscadas que te devuelven la pelota que les colgaste en el jardín pero al rato les reventaste el vidrio y agarrate; cierra triunfalmente diciendo:

- La de todos.

Algún gil opinará que la señora no había entendido la burda ironía del joven. Aquí redoblamos la apuesta: la doña, con la sapiencia de los años avivando giles, puso en jaque al imbécil aumentando el sarcasmo hasta el límite, incluyendo al mundo todo en el chiste, a ver si era capaz de soportarlo porque yo soy todos y esta cara lo representa y qué podés ganar gallito si viajamos en el mismo bondi y si no esperaste abajo esperaste arriba a que el resto suba gil cuánto te falta.

Además, le cedieron el asiento y el muchacho viajó dorapa todo el viaje.

(Por el Ilustre Desconocido, bajo la administración del CORECRIN)

¡Mmmm! ¡Qué rico!


¿Qué análisis le cabe a lo profano? ¿Quién designa las oscuras reglas que rigen a los Condenados? ¿Qué le puedo objetar a una noche estrellada?


La terminal de Taxqueña, al sur del DF, no es particular. Para hacerle honores a la vieja costumbre nacional, podríamos compararla con Retiro. También distribuye panchos (hot-dogs), largas filas de espera, caras somnolientas y turistas siempre ansiosos por conocer lugares a donde no van todos los turistas. Su actividad también es incesante, semi-sorda; luminoso taconear de tubo-luces bajo un alto cielo razzo (tristeza y dolor siempre por llegar).

El ancestral truco de condenar Condenados a las nunca sutiles diferencias idiomáticas regionales bastará para reír y archivar esta foto en el olvido. Sin embargo, en este foro acostumbramos negarnos a arrojar a los Condenados en las profundidades de la necedad. Por el contrario, creemos que de chucherías está hecho el mundo y de desengaños, nosotros. Son las dos fuerzas que rigen el Universo, son Eros y Tánatos, respectivamente (¿o Tánatos y Eros, respectivamente?).

Como sea, vaya este Condenado rescatado del tiempo y el espacio mexicano para todos los que todavía creen que el Universo también sabe cagarse de risa.

Pero nunca olvida.


(Por Nicochtzetl, bajo la piadosa administración del CORECRIN)

Confesiones Psicofármicas - Epílogo

-¿Qué habitación?

-19, en el primer piso.

Vestíbulo de luz plena se va sumiendo en embudo hacia una escalera de mármol como las que ya no existen. Fortaleza rodeada de campos que son parques por su poca libertad de expansión, pero árboles, que dicha, y algún que otro banco derruido como postas antiguas al paso, camino de ripios salpicados de sol, movimientos que encierran cierto ritmo en el descompás; internos en un ir y venir, visitas estáticas.

-Mucho movimiento, hoy.

-Si vieras el desconche de sangre del primer piso. “Ponele un espejo que se va a sentir bien”, dijo Roldán, ahora se debe querer matar.

-Son peligrosos.

Volutas de humo se desprenden y difuminan los rostros de dos ángeles flechadores en roposo, expectantes de un día que tendrá preguntas y respuestas sin solución de continuidad. Hora de la limpieza diurna, baldes tras soldados blancos que avanzan a su misión de siempre, como ayer aunque diferente.

-¿Cuándo se rompió?

-Media mañana, tipo mediodía... baldearon pero después no volvieron a pasar. El enfermero que lo medicó no se dió cuenta.

Tonos azules se entrecuzan y contrastan con el blanco pincelado de la monotonía, guantes diligentes toman y sacan y ponen en la eléctrica actividad de quienes poco hacen; limpieza que deja manchas y preguntas en el aire.

Después de todo es un caso típico, y gracias a Dios por la burocracia.

-Sentir lengua estrépito no-ojos, adiós.

-Hoy no rompan las bolas que el horno no está para bollos.

-¿Hay algo más bello que pensar sin tener que explicar?

Dió un respingo al darse vuelta, no esperaba filosofía de un flechador asalariado y de bajos recursos, como dudar de esas frases tan vacías, y además los locos.

-Callate, querés, si te hubieses dado cuenta...

-Tendría que haberse dormido de una, y sin embargo quizás ya estaba soñando un sueño mejor, perfecto, ajeno a nuestras limitaciones.

-Boludeces.

-Le tenía miedo al agua, viste, se quedaba en la cama...era raro que se levante, por eso le dejábamos la puerta abierta. Roldán le puso el espejo y se deschavetó del todo, ahora tengo que limpiar esto y lo que cuesta...

Blanco costumbrismo... para qué tomar nota...

Un banco y un farol sumiso ante un sol inclaudicable. Comentarios murmurados que contrastan con el verdor silente de los campos, universo de comodidad que no será interrumpido ni creado en su existencia fuera de afuera.

Roldán? Alfa y Omega.

(Por el Ilustre Desconocido, bajo la administración del CORECRIN)

Grandes Gritos del Rock (XIX) - De peces y pescados

"Oh por Dios, no".

El ser humano busca respuestas más allá de su pobre conocimiento ante situaciones que lo exceden. Las ruinas podrán ser desconocidas y lejanas al mismo tiempo, pero siempre son nuestras.

El grito de hoy viene del Caribe, y no responde exclusivamente al rock como se lo conoce en nuestro terruño, sino que va un poco más allá y se encuadra en lo que, rosca mediante, algún trasnochado catalogó de “tecno-folclore-andino”.

La melodía oscila entre la desesperación y la carencia, quizá sea esta la única manera de expresar la pérdida y el abandono de lo que no regresa. Tras los velos de un amor que se pierde, tema trillado si se quiere en el ámbito musical, la soledad abre paso a la insignificancia del hombre ante la magnitud de la tragedia, representada en ese amor que ya no será.

Canción que será emblema de una época, bisagra del tiempo; necesario era que la interpretara quién se encuentra al final del camino, el último de la lista, el visionariamente bautizado Delfín.

Hoy traemos un grito que atraviesa Cordilleras... grito que fue punta de lanza visionaria en Chile, donde lo descubrieron hace mucho y contribuyeron al dolor de este artista para darle futuras inspiraciones, nadie duda que su próxima novia estará esperando en Santiago para siempre.

Si están en pisos altos, acomódense bajo una mesa y escuchen el dolor de Delfín Quishpe, antes de temblar.


Coordenadas:
Para ver

Responsable: Delfín Quishpe
Obra: Torres Gemelas
Frase: "Oh por Dios, nooooooooo!!"
Momento: 0:00 > 0:30

¡Que grite el tecno-folclore-andino!

(Por el CORECRIN)