Grandes Gritos del Rock (XIII) - El Abuelo de la Chabacana

Nació bajo el signo de Escorpio, en el sol de una noche, el penúltimo mes, el primer día. El domingo se cumplieron 27 años, por eso lo sé. Padeció las feroces garras de la educación pública en "La 14", bastión austral de sabiduría. Fiel al barrio, blasfemo, terminó sus estudios secundarios en la benemérita esquina de Achala y Agaces. La matemática lo abrumó minuciosamente, la historia lo sedujo como las sirenas a Ulises, la biología lo ignoró con su siempre verde indiferencia y la educación física nunca pudo con él. La lengua y la literatura, viejas enemigas, terminaron por engatuzarlo y se dejó engrupir allá en su mocedad. Su romance sería irremediable.

Corrían los comienzos del siglo y del milenio. Alianzas y torres caían, presidentes y vices se sucedían en la vorágine. En medio del caos, una luz negra surgía para devorar el último resquicio de claridad. Entonces nacía, bajo los fatales influjos de nuestro amigo, la sociedad que el mundo conociera como "Instrumental acústica de la magnificencia de los dioses impíos en pianissimo son, patuetic bongoses Mary ummh that is good en la gulivera de la Chabacana Orchestra
". Algunos, profanos, la llamaron "Chabacana Orchestra". Otros, audaces e inútiles, se dijeron miembros, lo cual bastó para que lo fueran. Hubo quienes la creyeron más de lo que era: "¡Vade Retro, Satanás!", conjuraban feroces. La mayoría, desde luego, la ignoró inmaculadamente.

La Chabacana, que así preferimos llamarla sus miembros más detractores, era resultado de la naturaleza. Nada hacía, excepto ser. Nadie la conformaba, excepto nosotros. Nunca se manifestaba, excepto en boca de quienes querían destruirla. Ante nadie comparecía, pues dios se le parecía un mezquino y patético jugador de aje
drez: La Chabacana era Dios detrás de Dios, la que la trama empieza, la que no posaba sus manos grasientas sobre el tablero. Y nuestro homenajeado, hoy lo sabemos, era uno de sus engranajes.

En la edición especial de hoy, que la mayoría de ustedes ya habrá optado sabiamente por dejar de leer, traemos algo único. Único en el sentido más estricto de la palabra, si es que lo tiene. Los mendigos del cosmos, los Condenados, han vociferado a los dieciocho vientos su triunfo: "Nostros poseemos registros de una reunión de la Chabacana Orchestra". Eso, ellos creen, los justifica, les permite existir. Claro que nadie les creyó, claro que los mismos que negaron siempre la existencia de la Chabacana se sintieron vejados, claro que todo eso no importa, porque capturar la esencia de algo es tan baladí como imposible. "¡Son ni más ni menos que los Ilustres Desconocidos con su amigo el Abuelo!", gritaban los incrédulos mientras se rasgaban los codos y se lamían las vestiduras, presas del odio, del estupor, de la envidia. Así perdemos los registros de lo que fuera la Chabacana, en el vórtice entre el odio más infantil y el amor más cruento. A nosotros nos mienten los recuerdos, diciéndonos que alguna vez la integramos, y somos de creer que la Orchestra no desapareció, sino que se hizo total, universal, en el caos que viniera a redimirla para toda la eternidad. Dándole la espalda a la controversia, hoy tenemos el famoso material de la discordia para ofrecer al mundo, que acaso nunca entenderá su significado.


Lo llamaron Abuelo, Nata, Viejo, Anciano, AquelDeLosCampos y, en raras ocasiones, Ariel. Su vida después del desacato que narramos, se vuelve nebulosa y esquiva. Dicen que lo vieron una noche de verano, en el Palacio Ducó, parapetado en lo más alto del Sector Bonavena, desnudo, frenético, aullando "Mary ummh that is good!!!" y haciendo gestos obscenos al cielo (siempre confundió a María Magdalena con la Virgen Santa, curioso guiño del gran libro, ¿no?). Pero tantas cosas dicen, que nada puede creerse, y mucho menos, estas tediosas líneas.

Dondequiera que estés, oh Gran Abuelo, feliz cumpleaños.


Universo todo: cuchá al Abuelo.


Coordenadas:
Para descargar

Responsable: Ariel Verdún
Obra: Toma dos blues
Frase: "Veo el sol, sobre los techos, y estoy con vos, y estoy con vos, y estoy con voooooooos..."
Momento: 3:33 > 3:50

¡Que grite el rock!

1 comentario:

  1. Suena MUY bien el Blues en manos de los Ilustres, eh? (aunque ya no sean mas Ilustres...)
    Voz privilegiada la del abuelo

    ResponderEliminar