Intimidades de una visita al dentista

Martes, 18:45 hs. Combatientes de Malvinas y Llerena, Villa Urquiza, Ciudad Autómata de Buenos Aires.

Al salir de la cita con el odontólogo (gran infección, Amoxidal 500, volvé en dos semanas), la cámara de diputados discute acaloradamente la aprobación del matrimonio homosexual y ya no me preocupa la muela. Ganas de comer un pancho (en realidad, ganas de fumar, pero ya no fumo -excepto a veces-, entonces: ganas de comer un pancho). Bar-parrilla-café-conventillo a punto de desmoronarse. Ventana a la vereda con cartel "Chisap" y máquina-hacedora-de-panchos a la vista. Angurria del hombre, gula incontenible, avidez, codicia de pancho. Débil resistencia de la voluntad, herida por la contienda del tabaco, sometimiento ante la tentación. Se efectúa el pedido desde la ventana-mostrador: "¿hay panchos?, deme uno, por favor". Vendedor mugriento, desalineado y gentil: "demora un ratito, sentate", invitación a pasar y compartir una mesa con las moscas y las sobras de banquetes pretéritos.

Ya en la mesa, ganas de hacer pis. "¿Hay baño?", -"Seeee, pasá por ahí". Mano que indica un fondo, una trastienda, un tras-bambalinas del antro. Temor. Envalentonamiento. Caminata al patio, baño en el fondo. Dama lavando ropa en pileta de cemento. Baño de damas, baño de caballeros. Baño de caballeros imposible de describir mediante el idioma. Sinfín de olores ancestrales, épicos. Hedor cósmico y violento, con ganas de boxear. Barandaje infumable, respiración contenida. Mingitorio rudo y sucio, como todo. Realizo 3 respiradas en total durante mi permanencia en el pequeño recinto nauseabundo. Particular sistema de lavabo sin lavabo, croquis en 3 dimensiones a continuación:


Huida a alta velocidad, desandando el camino hasta el salón del boliche. Pancho en elaboración, empanadas en vitrina. Se desconoce si la nueva tentación proviene del repulgue o del morbo. Se presume la segunda. Llamativo:

- Empanada de carne: $2,50
- Empanada de jamón y queso: $3

No se especifica de qué animal se obtuvo la carne. “¿Qué le ponemos al pancho, maestro?”, “Mayonesa nomás”. Entrega del pancho. Más frío de lo que entró a la máquina-hacedora-de-panchos. No contento, solicitud de empanada de jamón y queso. Detalle de secuencia: se aproxima otro socio que hasta el momento permanecía inadvertido, abre la vitrina, toma con su mano izquierda una empanada, la extrae de la vitrina, sopesa la situación, me obsequia una mirada, vuelve a sopesar la situación y vuelve a mirarme, pero esta vez produce una mueca inabarcable que no intentaré describir (incluía los labios apenas de coté y no terminaba de ser una sonrisa informe) mientras entrega la empanada con la mano izquierda desnuda, cual ofrenda, cual él nativo yo divinidad, cual él ancestral yo efímero, cual él escuela primaria yo universidad, cual él local yo visitante, cual él bar yo estúpido. La mano izquierda desnuda, desnuda la empanada rellena de una promesa de jamón y queso, 50 guita más onerosa que su colega cárnica, desnudo de prejuicios el oferente, desnuda mi alma que sostenía un pancho frío e igualmente desnudo, desnuda la mano que tomó la empanada y la introdujo así, desnuda, en el bolsillo izquierdo de la campera media-estación. No había posibilidades de que sucediera de otra forma. Secuencia que comienza con un acto y entrelaza nuevos actos del mismo tenor: empanada morbosa, mano desnuda a mano desnuda, empanada que descansa desnuda en bolsillo.

Desconcierto al pagar, desconcierto al partir. Asombro al morder el pancho una vez más y notar que la mayonesa sabe a mostaza y verificar que no es mostaza. Pancho que descansa en un cesto naranja. Empanada que descansa desnuda en un bolsillo mientras compro un Amoxidal 500 y los gays se preparan para festejar.


(Por Nico)

5 comentarios:

  1. Comiste la empanada al final?

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  2. Hasta donde llega el morbo a veces, eh!

    Si no te pescaste nada en el baño ni tampoco de la mano desnuda que te facilitó la empanada, entonces, debo decir que creo que debes de mirarte al espejo y sentirte inmortal!

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  3. Y el Amoxidal 500 creyó que únicamente iba a enfrentarse a un agudo dolor de muelas...Menuda bienvenida le habrá dado la empanada!

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  4. tiraste magia en el relato, te felicito nene

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