Campaña AntiMartes (13) - HOY: Septiembre trágico I

Los martes del mes de septiembre poseen particulares influjos de tragedia que han asolado al mundo a lo largo de la historia. Probablemente el más doloroso, mas no el más notorio, haya sido aquel martes 11 de septiembre…

Salvador Allende gobernaba Chile desde el martes 3 de noviembre (burla de la historia), habiendo sido elegido democráticamente por el Pueblo tras duros años de lucha contra el Imperio y las facciones más conservadoras de la sociedad chilena. Bajo su breve mandato, se impulsaron medidas de carácter social como nunca habían existido en Chile: estatización de áreas claves de la economía, nacionalización de la minería del cobre, aceleración de la reforma agraria, aumento de los salarios de todos los trabajadores, entre otras. La República de Chile se encaminaba pacíficamente hacia un sistema humanista, sentando un precedente en cuanto a la aplicación por vías no violentas del marxismo.

Pero las vías no violentas a veces no bastan para silenciar al Imperio: la madrugada del martes 11 de septiembre de 1973 las Fuerzas Armadas tomaron la ciudad. Allende se dirigió al Palacio de la Moneda con un fusil AK-47 (regalo de Fidel Castro) para refugiarse de los golpistas. Estos le dieron un ultimátum: si la Moneda no era desalojada antes de las 11:00, sería atacada por tierra y por aire. Se retira parte de la guardia de Carabineros apostada alrededor del edificio; los militares proponen sacar del país a Allende, que rechaza la oferta. Poco después, el Presidente lanza su última alocución pública, concluyendo con las siguientes palabras:

“Viva Chile! ¡Viva el pueblo! ¡Vivan los trabajadores! Éstas son mis últimas palabras y tengo la certeza de que mi sacrificio no será en vano. Tengo la certeza de que, por lo menos, habrá una lección moral que castigará la felonía, la cobardía y la traición.”

Allende se negó a rendirse hasta el final; prácticamente solo y atacado por los bombarderos de la infamia, decidió poner fin él mismo a su vida, disparándose en la cabeza. Lo que vino es tristemente célebre y preanuncia la que después sería también nuestra desgracia: toque de queda, quema de libros, exilios, allanamientos ilegales, torturas, asesinatos, hambre...

El legado de Allende nos enseñó que se puede ser valiente y digno aún un día martes.



“Retornarán los libros, las canciones
que quemaron las manos asesinas.

Renacerá mi pueblo de su ruina

y pagarán su culpa los traidores.


Un niño jugará en una alameda

y cantará con sus amigos nuevos,

y ese canto será el canto del suelo

a una vida segada en La Moneda.”

(Pablo Milanés – “Yo pisaré las calles nuevamente”)



Hasta la próxima.

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