Abnegación fatal

(Marcelo T. de Alvear al 800).


Le faltó: "... y no olvidar descalzarse y pararse en un charco".

De esta manera, los moradores de esta ciudad clausurada chapoteamos displicentes en las ciénagas del Hades.

4 comentarios:

  1. debería de tener un sonido de mierda ese timbre! o bien se cansaron de la insistencia que tanto pedían....

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  2. jajajajajaja.
    Q bárbaro! cuánto vale un timbre??? el más barato rondará 30 mangos? y me la juego q algunos de los q viven ahi andan con las Nike shox de casi 6 gambas...
    (vos si q sos observador... y hay q tener ganas de detenerse, no solo a sacarle una foto al despedazado timbre, sino también a postearlo y dedicarle algunas letras al posible causante de un intenso sacudón eléctrico(si alguna vez t quedaste pegado con algo sabrás de q hablo :S))

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  3. Me parece que el dueño de esa casa necesita que lo convenzan para comprar un timbre, por eso la frase...no espera que toquen el cable sino que le rompan las pelotas para que compre el odioso aparatito...
    Nico, porque no golpeaste la puerta para pedirle al dueño que ponga un timbre?

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  4. Y yo que cuando reformaba mi casa, invitaba a la gente a mear en el lavatorio... que bueno, no estoy solo en el mundo!!!

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