Campaña AntiMartes (29) - HOY: El Uno

(Concebido el martes 23 de diciembre de 2008)

¡Qué vanas son sus esperanzas, mortales! ¡Qué infundadas sus alegrías, estudiantes! ¡Qué efímeros sus anhelos, rústicos o ñoños, cualquiera sean! Porque sus reclamos son para mí como un bálsamo que no hace más que demostrarme que mi obra, ya casi fatalmente concluida, ha rendido finalmente sus nefastos frutos. Frutos de perdición, frutos de amargura, frutos de desazón, frutos del bosque.

Un día como hoy, pero de 1951, ¡ay, destino cruel!, se nos iba un melancólico poeta arrabalero que se hizo llamar Discepolín. Enrique Santos Discépolo, tal era su verdadero nombre, había inventado un mundo de tragedias, un mundo oscuro en el que ni el más puro de los jazmines aromaba azahares dulces. Gomías, percantas, tautas, malevos, minonas papusas, guapos de lengue en cinto y atorrantes milongueros eran los protagonistas de sus composiciones. El desengaño, la traición, la mentira, los corazones destrozados, el pasado irrecuperable, en definitiva, la vida misma poblaban sus historias. La vida misma digo, porque este mundo no lo inventó nuestro amigo; él sólo tuvo la desgraciada astucia de entenderlo mejor que nadie.

Entre sus obras están Cambalache, Yira yira, Chorra, Uno, Cafetín de Buenos Aires y otras genialidades. Sin embargo, elegí para deprimirlos un fragmento de una que no es ninguna de esas:

Yo me pregunto por qué me enseñaron a amar
Si es volcar sin sentido los sueños al mar

Si el amor es un viejo enemigo que enciende castigos

Y enseña a llorar


Yo me pregunto por qué me enseñaron a amar

Si al amarte, mataba mi amor

Burla atroz de dar todo por nada y al fin de un adiós

Despertar llorando…


¿Dónde estaba Dios cuando te fuiste?

¿Dónde estaba el sol que no te vio?



Qué mejor homenaje para Discepolín que llorar todos juntos su memoria y reconocer de una vez por todas que no importa qué día sea, el martes es la vida.

¡Salú, Discepolín!

Hasta la próxima.


(Por Nico)

6 comentarios:

  1. "El martes es la vida", groso.

    Estamos condenados a transitar el puto martes y sus desamores.

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  2. a veces también me pregunto ¿Por qué nos enseñan a amar?
    La wiki dice:
    se interpreta como un sentimiento, relacionado con el afecto y el apego, y resultante y productor de una serie de emociones, experiencias y actitudes
    Otros dicen que es el sentimiento más poderoso del mundo.
    Lo que no saben estos, es que ademas de poderoso es el más endeble.
    Por eso creo en la felicidad, no en el amor.
    (fua...violento!)

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  3. A mí me gusta particularmente:

    "¿Dónde estaba Dios cuando te fuiste?"

    Una hermosa blasfemia que me recuerda otra:

    "Y Dios se equivocó esta vez
    Y Dios los escupió a los dos
    Y Dios no tiene más perdón
    Y Dios no existe..."

    ¿Por qué será que, se meta o no se meta, Dios arma quilombos de pareja?

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  4. Es fácil de responder tu pregunta, Nico.
    Porque Dios es omnipotente y a su vez, bastante sádico.

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  5. Si, alguna vez pensé eso. Pero después se me ocurrió que no es omnipotente, pero sí muy envidioso. ¿No será que nos envidia por no poder enamorarse como nosotros? Yo creo que está despechado porque creó lo más supremo del Universo y no es capaz de sentirlo en su propia piel.

    Y sigamos blasfemando nomás. Los veo a todos en el infierno, mis queridos seguidores... :P

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  6. Y aguante!!!
    Igualmente, el infierno debe ser más divertido!
    Lleno de herejes como nosotros, y ningun santurrón chupacirios que nunca hicieron nada que no estuviera bajo el visto bueno de Jebús....aburrrrriiiiidos!

    Será envidia, o mero aburrimiento, sigo con mi teoria de que es mera saña!

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